«Atila»
Ximena | Publicado en mayo 23, 2013Llegue al punto de querer forrar mi casa en colchoneta, es que me tiene chata tanto porrazo y ojo morado. Lo peor es que las caídas cada vez son peores porque aunque la Ximenita no es baja, tiene un tema con la altura: le encanta.
Mesa del living, comedor, sillones, pisos, sillas, libros, cojines o incluso el tarro del café o un grupo de bolsas de supermercado se transformaron en el perfecto juego de escalada.
Yo juraba que tenía una casa aprueba de niños donde las zonas de peligro eran las menos, pero al parecer tengo un niño aprueba de casas. Por ahora hice desaparecer un par de muebles y estoy atenta para evitar una visita a urgencias, pero me queda «atila» para rato porque las escaladas son cada vez más seguidas y más altas y la sonrisa de felicidad es cada vez más grande.